La quinoa es un pseudocereal procedente de Bolivia y Perú que aporta una proteína vegetal completa. Para una alimentación equilibrada es interesante variar los cereales que incluimos en nuestra dieta, por lo que es un imprescindible en mi despensa. Para mí es muy práctico, ya que se cocina rápido y es un buen recurso para cuando tengo prisa. Sólo con acompañarlo de una verdura ya tengo un plato completo y equilibrado. Aquí te dejo un ejemplo de cómo la consumo yo: Calabacín con quinoa. En otras ocasiones la incluyo en ensaladas, rellenos, o en sopas o cremas.
Es imprescindible lavar muy bien la quinoa antes de cocinarla para eliminar las saponinas (suelen producir una espuma al lavarla). Cuece la quinoa entre 10 y 15 minutos (estará lista cuando está transparente y haya liberado su gérmen blanco) y aparte saltea con aceite (o si necesitas reducir la grasa en tu alimentación, con agua o caldo de verduras) el calabacín y la cebolla unos 10 minutos, dejándolo al dente. A los 5 minutos yo le he añadido un poco de cúrcuma en polvo y pimienta negra molida; el conjunto de ambos es un potente antiinflamatorio 🙂 pero puedes usar las especias o hierbas que te gusten. Al final, mezcla todo unos minutos para que se integren los sabores. En vez de quinoa también lo puedes hacer con arroz.
¡Pruébalo! ¡Espero que te guste!
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